Sobresalir en la vida es un suceso que requiere de esfuerzo. Poseer la suerte para lograr esa hazaña es algo igual de difícil. Es un camino que cuesta muchos sufrimientos y pensamientos redirigidos. No creo que nadie llegue a conseguir algo así de la forma fácil.
America Singer (como el continente y su profesión, respectivamente) es una joven ciudadana de la mesurada nación de Illéa, cuya sociedad está dividida en 8 castas (America está en la quinta), siendo los Unos los más ricos y los Ochos los más pobres.
Ella, joven, bella y talentosa, tiene suerte de estar viva justo en ese momento y de tener la edad adecuada. En Illéa existe la realeza, una consideración incluso más exclusiva que pertenecer a la primera casta, y cuando sucede que hay un príncipe en edad de compromiso, se realiza algo que podría ser el sueño de cualquier plebeya, del uno al ocho (?): La Selección. Un concurso televisado en el que participa hasta la muy ocupada y pulcra reina, donde treinta y cinco bellas jóvenes son elegidas para participar por la máxima oportunidad, algo así como ganarse la lotería (pero solo para chicas jóvenes y bonitas):casarse con el príncipe y poder llegar a ser algún día la mismísima reina.
¿Pero qué pasa cuando el destino se mezcla con la suerte? América tiene frente a ella la serie de decisiones más complicadas para cualquiera similar a ella en aquel lugar.
La formula de esta historia es una separación del cuento de hadas clásico y el cliché amoroso más recurrente de la literatura juvenil en estos días –y el cual sigue funcionando, al parecer-: el triangulo amoroso.
La protagonista, con buena actitud y mente rebelde pero también confuso y prominente corazón, se encarga de alimentar bastante bien las intrigas de un argumento que de por sí ya tenía con qué entretener (su política).
Con una narración entretenida y la longitud apropiada para sus intenciones, La selección logra abrirse paso entre el visual éxito de sus conflictos, amenazas y caminos a futuro.
¿Quién no tendría un gran problema al responder mental y ficticiamente la pregunta: aquí tienes dos buenas opciones, cuál te gusta más?
Una historia que utiliza la debilidad de muchos, incluido yo (una dinastía con muchos colores), para mantener la atención.
La frase:
“¿Por qué todo el mundo pensaba que todo dependía de la belleza? A lo mejor era así. Tal vez el príncipe Maxon no necesitaba una esposa con la que hablar, sino solo una que fuera guapa. Me estremecí, considerando la posibilidad de que mi futuro se redujera a eso. Pero había un montón de chicas mucho más guapas que yo en la Selección.”
La selección, Kiera Cass. 236 p. Roca, 2013
¡Hasta la próxima!