No podía dejar que terminara el año sin contarles cuáles fueron las mejores lecturas que tuve este 2014, doce apresurados meses que supieron cómo mantenerme ocupado, pero llenos de experiencias inolvidables, aprendizaje significativo y apreciadas conversaciones. Este año nos dio y nos quitó, pero es lo normal en la vida. Las lecturas que aparecen aquí son lo mejor en mi breve lista de lecturas del año, me hicieron disfrutar, sorprenderme y hasta sufrir junto a sus personajes.
Comencemos pues con los reconocimientos (así, como si fuera muy formal).
La firma de todas las cosas, de Elizabeth Gilbert. Libro que no solo es de lo mejor que leí en el año, sino de las mejores experiencias de toda mi vida. Alma Whittaker y su vida me dejaron encantado, regalándome la posibilidad de despertar la imaginación con un pasado tan increíble como poco alentador. Los personajes hacen un ensamble increíble con la protagonista, los momentos son experiencias de ficción que trascienden sus enseñanzas a la realidad. Me agradó la narración, su inteligencia y sutilidad. Me hizo desear la aventura como hacía mucho tiempo no pasaba.
Los reyes del mambo tocan canciones de amor, de Oscar Hijuelos. Un libro que técnicamente leí en su mayoría el año anterior. Fue otra buena experiencia de pasado, aunque algo larga y con colores más crudos, que se queda en mi lista por lo completa que es, lo preciso de su narración y su media realidad tan respetuosa de sus personajes. Su ritmo de mambo lleva a mensajes universales de melancolía y la edad adulta (ahí no me muevo muy libre todavía) y me hizo comprender que tanto la música como la vida en conjugación ajena no tienen por qué ser rechazados por completo si no se conoce hasta el fondo del asunto.
Insignia, de S.J. Kincaid. Hace tiempo que no me gustaba tanto un libro de ciencia ficción, con sus pres y post. Tom y su futuro tecnológico consiguieron hacerme emocionar, imaginando todo lo que pude de sus apresurados momentos (reales y de practica). Aquí comprendí algo de lo diferente que es la humanidad de su tecnología. Me encantó la forma en que se resuelven algunos problemas, y cómo surgen muchos otros. Es una historia tan interesante y apresurada que en un momento consiguió lo que quería: hacerme desesperar. Lo tiene todo muy planeado, o eso es lo que parece…
Yo antes de ti, de Jojo Moyes. ¿Cómo no recomendar este libro? Lou y Will me atraparon con su inesperada relación, los momentos que pasan juntos (porque tienen que pasarlos) los cambia a ellos tanto como al lector. Me gustó ver que existen historias como estas, en las que nada transcurre de la forma “común” pero puede llegar a ser mucho mejor que las que sí lo hacen. Fue mi lectura de aprendizaje de vida este año. Disfruté cada momento, cada día junto a estos dos. Como dije en mi reseña: me cambiaron (y encantaron).
La casa de Riverton, de Kate Morton. El segundo libro de la autora que tengo la oportunidad de leer y el segundo que me encanta. Ella sabe cómo mezclar dos épocas en sus historias. Convierte los recuerdos en realidad. En esta ocasión una chica llamada Grace, empleada de una casa con habitantes elegantes, comparte tanto su propia historia como la de sus jefes, mezclándolas de la forma más repentina y totalmente influenciable. Nos habla de amor, de traición y simples mentiras que lo destruyen todo. Como siempre digo: Si les interesa, léanlo (y seguro les encanta).
Corona de medianoche, de Sarah J. Maas. Segunda parte de la historia que comencé sin estar muy convencido, pero que me terminó danto todo lo que prometía y más. Celaena, la asesina, sigue teniendo problemas, pero ahora son más interesantes, más oscuros y más secretos. Sus personajes al fin se complementaron. Me sorprendió a momentos, supo mantener el interés. Prácticamente ya tengo una camiseta que declara su amor hacia alguien de esta historia, pero el espacio del nombre todavía sigue vacío.
La grieta blanca, de Jaclyn Moriarty. “De lo extraño nació el encanto”. Así podría también comenzar esta historia, porque no hay otra forma de describir el sentimiento que surge al terminar esta primera parte. Durante un buen momento pareciera que nada tiene más sentido del específicamente necesario, y después lo tiene todo. Madeleine contactando a Elliot en mundos diferentes (¡mundos diferentes!) y colores que tienen vida son todo lo que necesito escuchar ahora para que algo/alguien consiga toda mi atención. Yo me mudo, les juro que me mudo, si es que de verdad existiera un mundo como aquel en el que vive Elliot.
Sueños de dioses y monstruos, de Laini Taylor. Libro que acabo de terminar hace unas horas (me desvelé mucho y luego soñé increíble). Lo dejé para el final porque así es como debería ser siempre. Fue muy bueno, Karou y Akiva siempre terminan conquistando mi esperanza (juntos, separados no). Zuzana, Mik, Ziri, Liraz… todos me hicieron disfrutar aquí (bueno, no todos). Los ángeles y las quimeras tienen su lugar en mi librero de la forma más fantástica e imaginativa que se requiere. Amo a la historia por existir pero le guardo rencor por haber llegado a este momento, de la forma en que lo hizo. Pero me encantó, que es lo que cuenta. Mi reseña aparecerá por aquí en algunos días.
Este fue un año inolvidable, lleno de detalles. Nadie puede terminar un lapso de tiempo así (¡un año!) sin decir que no aprendió algo para el resto de su vida, y me parece que yo aprendí varias cosas, todas muy útiles y buenas. Los libros fueron mis perfectos compañeros y confidentes (bueno, yo fui su confidente, ellos no).
Leer es siempre una experiencia única, agradezco a los autores por crear estos personajes y momentos, y a todos los que tuvieron algo que ver para que pudiera conocer estas historias tan buenas.
El resto de mis lecturas fueron muy buenas y buenas, también. Así que tuve un buen año de lector (aunque el tiempo no me dio para todo lo que quería leer).
Espero que ustedes también pasaran un buen año acompañados de lecturas constantes, les deseo las mejores experiencias posibles para este 2015, que disfruten mucho lo que hagan y lean. Que vivan la vida.
Gracias por leerme.
Gracias por leerme.
¡Hasta la próxima!