viernes, 3 de mayo de 2019

(Breve) A ciegas - Josh Malerman

Sentir es el motivo esencial de todo lo que hacemos y nos sucede. Normalmente no estamos conscientes de ello, porque es parte de la vida y con el tiempo nos acostumbramos. Pero siempre hay cosas que se sienten más que las otras, tanto que de hecho nos damos cuenta. Son intensas, nos hacen estremecer, poseen sabores fuertes u olores embriagadores, suenan muy alto o nos obligan a cerrar los ojos. 
En el mundo de esta historia la gente tiene miedo de abrir los ojos. Las noticias de suicidios repentinos se acumulan y recorren el mundo con mayor constancia, tanto que se vuelven una realidad para la protagonista. Malorie, una mujer embarazada que se enfrenta a una situación repentina e inexplicable. Sintiendo cómo el mundo que conocía se viene abajo a su alrededor, porque morirá si abre los ojos. Hay algo recorriendo las calles que de ser visto provoca la muerte de cualquiera. Los hace quitarse la vida. Blog Lectores Nocturnos 
La civilización se desmorona y muy pocos sobreviven, o al menos eso cabe suponer, ya que salir a la calle incrementa enormemente el peligro. La vida actual parece imposible sin el sentido de la vista, al menos para quien la ha tenido siempre. Pero también debe añadirse la falta de información sobre la realidad del fenómeno que provocó esta situación. Solo queda suponer, y aprender a sobrevivir. 
Obligada por las circunstancias a vivir con un grupo de extraños, la protagonista se convierte en un ejemplo de la condición humana misma y sus necesidades principales: la compañía y la posibilidad del futuro. 
Me gustan las historias como estas, que casi caen en el terror pero sobre todo dan gran peso al factor del comportamiento humano. Ver el nivel de astucia requerido para sobrevivir despierta cierto interés que casi parece incorrecto. Leer sufrir a los personajes casi siempre significa una lectura rápida. Aunque no debemos olvidar lo más importante: el nivel de realidad en la reacción de los personajes. Los cambios tan grandes como los que consideran esta historia toman tiempo. Son ciencia ficción pura, pero el nivel de incertidumbre que hay en ésta deja volar aún más la imaginación del lector. Blog Lectores Nocturnos 
Malerman no da mayores explicaciones, se concentra en plasmar los comportamientos, los conflictos y su narrativa recurre al instinto puro. Fabrica el miedo basado en un concepto muy sencillo: no abras los ojos. ¿pero cómo luchar contra lo que no se ve? No puedes. ¿cómo sobrevivir? ¿cómo no perder la cordura? 
Si pudiera reprocharle algo: una explicación, y que ojalá tuviera más páginas. 


Pasando de la tranquilidad al caos, A ciegas se siente como una lección de supervivencia para una posibilidad incierta, como tantas otras con contextos diferentes. Su narración a dos tiempos busca la agilidad del lector y nos muestra el final de dos etapas de la historia. 
¿Será que la imaginación cuenta como otro sentido? 
Porque cuando no se puede ver, resulta que podríamos seguir vivos. 

La frase: 
¿Es gris? ¿Habrán enloquecido los árboles? ¿Las flores, los juncos, el cielo? ¿Habrá enloquecido todo el mundo? ¿Se pelea consigo mismo? ¿Reniega la tierra de sus propios océanos? El viento sopla con más fuerza. ¿Ha visto algo? ¿Habrá perdido también el viento la razón? 

A ciegas, Josh Malerman. 272 p. Minotauro, 2015
Trad. Miguel Antón

P.D. La adaptación no le hace justicia.

¡Hasta la próxima!