Pero de lo que están a punto de hablar realmente nadie podría haberlo imaginado. Estas son tierras que, dependiendo de dónde te encuentres, te forman y enseñan de por vida. Estos son tiempo de traición.
Eddard Stark es el señor de
Invernalia, tierra que en el pasado gobernó los Siete Reinos de forma fuerte e inteligente. Ahora, luego de batallas que ya forman parte de la historia, con reyes de justos apodos, todos en sus diferentes formas de poder, el trono de hierro pertenece a Robert Baratheon, amigo de toda la vida de Ned, como llamaremos a nuestro señor de Invernalia, y que, debido a la misteriosa muerte de la
Mano del rey, también amigo de Ned, llega a estas tierras de la casa
Stark para pedirle un favor especial. Pero algunas cosas comienzan de forma curiosa.
Los personajes de esta
Canción de hielo y fuego tienen mente propia, para vivir como aprendieron a hacerlo, como les dijeron que deben hacerlo, movidos por sus sentimientos, pero en lugares como estos, en los que nada se sabe de inmediato, que para nuestra realidad actual, la del lector, resulta ajena y desconocida, se debe pensar todo a largo plazo. Porque las cosas explotan, allá en las mentes también.
Lo que aquí surge se trata del bien, y sobre enfrentarse a quienes protegen
su propio bien pero hicieron algo mal en el camino. Sobre proteger cosas que no deben salir a la luz, para algunos, y encontrar la verdad para otros, y de esa forma conseguir justicia.
Pero estos personajes, en su mayoría de la nobleza, han vivido siempre liderando, mandando a otros al peligro, sintiendo que son más que los demás. Algunos más que otros, claro, por eso las cosas se tornan como lo hacen. Cuando todo el mundo está establecido en un lugar, y sabe a quién es fiel, pero tú que recién llegas no tienes a nadie, se necesita la inteligencia.
Lo que me hizo maravillarme con esta historia, a pesar de no haber leído antes mucho de género, son, sin duda,
los personajes, y lo que logran, en qué convierten las cosas usando sus mentes. El autor pareciera no existir, lo que lo hace a su vez magistral, porque está todo narrado en tercera persona. Estos hombres y mujeres piensan y actúan, se equivocan y triunfan. Y el lector los odia o los aprecia, a veces surgen debates mentales que abarcan capítulos enteros sobre cómo apreciar a alguno, en otros terminarás esta parte de la historia y no sabrás qué pensar, porque entiendes que pueden hacer mucho pero también hacerlo de forma incorrecta. El lector sabe la verdad. Sin embargo, todo lector tiene gustos y carácter. Así que de él depende de qué lado quiere estar.
Si tienes miedo de encaminarte a este género, porque no sabes si será una buena forma de comenzar, para mí lo fue. La bienvenida es increíble, el llegar a sentirse en un lugar deconocido no aparece, sino todo lo contrario.

Admiro desde ahora, y me confieso fan de esta historia que, aunque larga, no podría ser de otra forma. La tensión del momento se vive, se grita, se ríe, tanto el frío como el calor, se viaja entre bosques enormes y montañas rocosas. La
inteligencia corre en medio todo.
No diré más del por qué amé este libro, que sólo puede quedar con calificación perfecta.
Quiero saber YA lo que va a pasar con
Choque de reyes, y si ustedes necesitan una buena lectura, escapar por completo de este mundo, tal vez, también deben leerlo.
Sé una cosa: Aún queda mucho por descubrir. Entre la realidad y lo inexplicable
Pero recuerden: Se acerca el invierno.
La frase:-¡No estoy volando, estoy cayendo!
-Todo vuelo comienza con una caída -dijo el cuervo-. Mira abajo.
-Me da miedo…
-¡MIRA ABAJO!
Bran miró abajo y sintió como si le licuaran las entrañas. El suelo ascendía hacia él a toda velocidad. El mundo entero se extendía allí, era un tapiz blanco, castaño y verde. Lo veía todo con tanta claridad que durante un instante se olvidó de tener miedo. Veía el reino entero y a cada uno de los que allí se encontraban.
¡Hasta la próxima!