sábado, 24 de mayo de 2014

El posible inevitable


Cuando llegas a cierta edad las cosas parecen muy claras. Uno sonríe porque al fin tiene planeados los siguientes cinco años de su vida y todo parece muy bien, las cosas serán tan geniales que aunque no vas a ser rico al menos tendrás algo de tiempo para tachar cosas de la lista de pendientes. Entras en la universidad, y luego… te das cuenta que no dejas de hacerte mayor. Y que eso nunca parará. 
Una noche antes de dormir, puede ser cualquiera, ese pensamiento te golpea como si alguien te lo hubiera gritado al oído. Así que no importa cuánto sueño se suponía que tenías, pasas horas pensando en ello. Que algún día esto, algún día aquello. Cosas negativas y cosas positivas que por ser tan joven y tener tanto miedo de que sucedan antes de tiempo, se juntan con las negativas y la lista se vuelve una escalera de terror donde los escalones están todos revueltos, porque no sabes en qué orden van a suceder dichas cosas. Y eso preocupa, porque cuando vean las señales, todas en un orden parecido, dirán que ese es precisamente el momento en que nos volvemos adultos. 
Y la gente se enoja. Tira los calendarios, cubre los relojes, cierra las cortinas para no saber si es de día o de noche. Y ese resulta, en general, un fin de semana terrible. Porque en las noches los pensamientos no paran. En algún momento te das cuenta de lo que hay mal en tu cuerpo, que parece tan normal. Pero no es normal que se te caigan tantos cabellos al día, o que cada vez tomemos menos leche. Cosas así. Que con el tiempo se volverán peores, y los dolores mínimos se convertirán en torturas a los cuarenta, porque es posible. Que puede haber algo malo en tu interior que no sientes. Que mañana te tengan que quitar el apéndice, o alguna de esas cosas que te harán quedar fuera de servicio por unos días. Pero no puede ser mañana porque tienes un examen final la próxima semana y no puedes faltar. No puedes faltar al trabajo tampoco porque quizás encuentren alguien más eficiente que tú… 
Sin embargo, en el último día llegarás a la conclusión de que nadie tiene nada seguro, y que con un poquito de cuidado se pueden cumplir todavía algunos años más. Se puede viajar para ver algunos lugares increíbles más, comer más cosas deliciosas, ver películas maravillosas y leer libros inigualables. Se puede hacer mucho, y ese mucho es un misterio. Así que como nos gusta tanto el misterio, siempre y cuando sea una bueno, aceptamos las cosas y nos decimos: pues mientras sea feliz… 
Así que tal vez sea cierto que te acabas de convertir en adulto, si es que eso de verdad sucede de un momento a otro y uno se da cuenta. Y serás un buen adulto, optimista y radiante porque sigues las cinco cosas necesarias para tener una vida feliz: amar a tu familia, tener buenos amigos, cuidar tu armonía, amar tu trabajo y disfrutar de los pequeños placeres de la vida. 
Suena como un buen plan. Y hacer planes, o al menos considerarlos, en ese momento es justo lo que necesitas. 
Todo es una gran posibilidad. 
Sabes que te gustaría tener un perro que se llame Rayo, una casa con tres habitaciones, una sala amplia y un estudio armonioso; recordar los cumpleaños de todas las personas importantes con suficiente tiempo como para poder comprarles algo… detalles así. Y espero que los consigas. 
Pero, quien sabe; tal vez tu vida resulta diferente a eso, y eso sea todavía mejor. 
Digo, es posible. 
Es posible que hoy me suceda esto, y esas ideas lleguen a mi mente. Es posible que escribirlo haya sido mi forma de crecer así, que mis años y mis ganas me dejen hacer tanto. Vaya que sería un genial posible. 
Así que es posible que hoy sea un día especial. Que cuando la luz se apague ya no tenga miedo pero conserve la imaginación, y todos seamos valientes guerreros en mundos sin nombres largos. 
Y eso me gusta. 

Algunos libros con cumpleaños:
Saga Harry Potter, de J.K. Rowling
Diez cosas que hicimos (y que probablemente no deberíamos haber hecho), de Sarah Mlynowski
Nada es para siempre, de Ali Cronin

Algunos libros sin cumpleaños:
Son difíciles de encontrar.

(Sí, hoy es mi cumpleaños) 

¡Hasta la próxima!

3 comentarios:

Kenya dijo...

Y las sensaciones nunca paran! Feliz cumpleaños! Un abrazo!

Alexis Steven dijo...

Me gustó mucho la forma en que dices que es tu cumpleaños. El texto. Voy en la parte en la que vas a empezar la universidad y crees tener ya planeados los cuatro o cinco próximos años, pero como dices, nunca sabes cuándo pasaran las cosas, si es que pasan. Lo importante es sentir, que eso nos hace humanos.
¡FELIZ CUMPLEAÑOS!

Marina Aimée dijo...

Un texto muy muy bonito. Y sobretodo, profundo. Tienes toda la razón en que no sabemos qué nos deparará el futuro, por eso yo digo siempre que hay que disfrutar de las pequeñas cosas e intentar ser un poco felices cada día. Aprender nuevas cosas, conocer gente nueva, amar...
Felices dieciocho años (o esos he entendido que cumples...) Y no te preocupes por el futuro, vive el ahora ;)
Por cierto, te sigo y te dejo mi blog por si quieres pasarte.
Un beso!!
http://viviendoennuestrocuento.blogspot.com.es/