jueves, 9 de noviembre de 2017

La distancia entre nosotros - Reyna Grande - Reseña

Cuando uno es niño, la vida podría parecer sencilla. Podría parecer que la vida y el mundo no tienen límites, que la diversión es la única necesidad. 
Reyna sabe eso, pero también sabe la verdad. Sabe que todo tiene límites, incluido el mundo mismo, y que hay necesidades mucho más grandes que la diversión. 
Cuando era todavía muy pequeña, tanto como para no recordarlo, su padre se marchó hacia el otro lado y para cuando esta historia comienza a ser contada, él sigue ahí. Pero también se enfrenta a la pérdida de su madre y con ello la vida que conocía. 
Sin saber cómo, pero sí por qué, la pequeña Reyna y sus hermanos se encuentran a sí mismos viviendo con su abuela. En la pequeña comunidad de Iguala, en Guerrero, que las personas se marchen hacia el otro lado es tan común que todos parecieran ser el resultado de ello, y al mismo tiempo comprenderse más allá de las palabras. 
Nuestra protagonista y sus hermanos, Mago y Carlos, se aferran a los sueños de volver a tener a su familia unida y a todas las oportunidades que la carencia les provoca. Reyna sueña con el día en que al fin conozca a su padre y regrese con su madre luego de construir la casa que tanto necesitan. Sus sueños, siendo niña, no se basan en tener comida o dinero, sino solo en recuperar a su familia tal y como la recordaba. Sin embargo, se da cuenta de que para cumplir un sueño se requiere de tiempo y esfuerzo. E incluso entonces, las cosas podrían no salir exactamente como uno lo tenía pensado. Los personajes de esta historia, que son personas tan reales como cualquiera, lo aprenden todo de la realidad, a pesar de soñar tanto. En ocasiones resulta increíble cómo descubren que sin importar dónde se encuentren, un lugar “bueno” o “malo”, la vida siempre tiene algo que enseñarte. En medio de las calles llenas de polvo demuestran lo poco que un niño necesita para ser feliz jugando, pero también lo mucho que requieren del amor adulto tan sincero como el que ellos ofrecen. 
Los tres hermanos, que en gran parte del libro son el grupo protagonista, saben que mientras se tengan los unos a los otros, el mundo no puede derrumbarse por completo, incluso cuando así lo parece. Extrañan a sus padres de la misma forma, pero también con sentimientos recurrentes diferentes, como el resentimiento. 
Las cosas malas que sienten no se pueden reprochar, tienen todo el derecho a hacerlo. Las buenas historias demuestran que la vida no es un periodo perfecto, así que esta no es la excepción. Los personajes sufren por lo que ven, oyen y sienten, pero también tienen esperanzas y saben que el sufrimiento no es para siempre. Que hay algo después, como también hubo algo antes, y son esos momentos los que valen la pena. La cercanía de esta historia para la cultura mexicana, y centroamericana, es innegable. En México todos conocemos o hemos vivido una historia similar a esta, pero es increíble profundizar en los detalles. Esta es una historia sobre el sueño americano, sí, pero el que los hermanos protagonistas sean niños y jóvenes mientras sucede hace que sea diferente a la mayoría. Hay cosas en este libro de las que nadie nos habló antes, pero que seguramente también comparten. 
Reyna y sus hermanos se enfrentan a tantos cambios que a veces parecería ser ese el gran villano de la historia. Cualquier persona se vería profundamente afectada si pasara por todos esos cambios, así que ellos demuestran una valentía como pocas, enseñándonos que a veces el villano de nuestra historia podría ser la vida misma, pero nosotros seguimos siendo los valientes que luchan en y contra ella. 
Sí, esta podría resultar una historia cruda para algunos, pero eso se debe a su realidad. Me recuerda un poco a Grabada en la arena, de Regina Calcaterra, en cuanto a la crudeza de ciertos momentos narrados y el sentimiento general al final la novela. Su lectura es tan amena que es difícil parar de leer y los finales de capítulos poseen el poder de la reflexión que hacen tomar una pausa al lector para asimilar lo que acaba de leer. 
Los personajes secundarios, como los padres, familiares y amigos, también resultan bastante reales para la atmósfera del libro. Sí, esta no es una historia de ficción, pero al mismo tiempo lo es, debido a todos los elementos que parecen salidos de ella y a las similitudes contextuales que tiene con muchas de las historias que se centran en el sueño americano. 
Este libro habla sobre el cambio en las personas, en lo que las orilla a él o lo que finalmente termina por producirlo. Reyna Grande cuenta una historia llena de realidad a través de sus ojos y recuerdos cuando niña, llenos de corazón. 

La distancia entre nosotros es una increíble narración de vida y esperanza impregnada del sentimiento más sincero. 
La soñadora inocencia de la joven protagonista convierte este libro en una recomendación segura para los lectores que gustan de sentir la realidad en lo que leen. 
Es verdad que soñar es gratis, pero es mejor hacer que esos sueños se vuelvan realidad. 

Calificación:


La frase: 
“–¡La terminarán! –exclamó Carlos–. ¡Volverán! 
Se marchó a toda prisa hacia la colina y, para cuando llegamos a la puerta de la escuela, no había rastros de él. 
Cuando regresamos de la escuela, entré a la casa para mirar al Hombre Detrás del Vidrio. 
–¿Cuánto más tardaran? ¿Por cuánto más estarán lejos? –pero como siempre, no hubo respuesta.” 

La distancia entre nosotros, Reyna Grande. 368 p. VRYA, 2017

Similar a:

¡Hasta la próxima!

No hay comentarios: