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sábado, 28 de agosto de 2010

Confesiones de alguien como yo: el aburrimiento


Y qué otro título e iban a llevar estas confesiones más que atrasadas si en estos días no he hecho más que acrecentar mi nivel de aburrimiento.
Espero que se identifiquen con alguno de los puntos y me lo hagan saber. Ésta vez entramos de lleno en la lista sin narración introductoria, no porque me encuentre aburrido, sino porque temo que si hablo de ello ocurra.

1. El trafico. No hay peor cosa que quedarse atorado en una manifestación, de esas que en mi ciudad hay por cantidades, me quedo en el transporte público sentado en medio de ruido del día.
2. Ahora me doy cuenta que no trabajar me cansa terriblemente. Luego de tanto pedir que aceptaran mi carta de renuncia en mi anterior trabajo veo que quedarse todo el día en casa no tiene Nada de divertido, sino todo lo contrario. A excepción del tiempo que paso leyendo, blogueando o escribiendo.
3. La música que repiten y repiten hasta el cansancio en todas las estaciones de radio que me agradan.
4. La programación de la televisión abierta, uno motivo más para tener televisión de paga o cable, o los dos. Porque la mitad de lo que pasan, o más, en la televisión abierta, a mi no se me hace nada, nada, entretenido.
5. Esperar a que un paquete retrasado, llegue a tu puerta. No sólo es el sentimiento de cansancio, sino también el de la preocupación preguntándome qué le habrá pasado, creando teorías sobre su pérdida y que otra persona disfruta de él por error… cosas como esas.
6. No poder leer Sinsajo, aunque eso más que aburrirme me desespera. Para empezar tengo que leer En llamas, porque al intentar ser una persona leal a los libros en papel he hecho un esfuerzo sobre humano para tenerlo en mis manos. Así de atrasados están en las publicaciones en mi país.
7. Que la electricidad se vaya por un buen rato. Entonces no puedes salir ni a comprar velas, ya que últimamente ha estado lloviendo considerablemente en mi pueblo.
8. Que mi creatividad si se haya tomado unas vacaciones, motivo por el cual escribo esta entrada con tanta tardanza luego de la reseña de traición.
9. No encontrar una posición nueva en la cual leer, ya que por la anterior terminé lastimándome las espalda y no puedo hacer movimientos bruscos ni forzar mi columna mucho, lo que me trae una tarea aún más difícil al querer encontrar dicha posición correcta que no sea recostado.
10. Y por último, para los que no se hayan dado cuenta de lo corta que es esta lista. Esperar mi turno en una fila. Creo que eso no sólo se trata de aburrimiento, sino también de paciencia, y aunque yo soy conocido por tener bastante, creo que no solo mi creatividad ha decidido tomarse unas vacaciones en alguna parte del mundo en la cual a mi me gustaría estar completamente.

Y no, nótese que no me siento aburrido en éste momento, aunque mis confesiones hagan parecer que sí y mi, anteriormente mencionada, creatividad se encuentre reposando en el alfeizar de una ventana observando un paisaje de fotografía. Me siento lo mejor que puedo esperando a que me confirme la llegada en el próximo vuelo, si no es que ya se encuentra esperando en la sala junto a la puerta de abordaje y decida regresar dándome una sorpresa.
Y sí, es una muestra más de cómo me hubiera gustado irme de vacaciones a un lugar frio como ella, pero espero que regrese con una sonrisa y me muestre muchas fotos, para decidirse a entregarse al trabajo de joven blogger tan pronto como pueda.
Me despido, por el momento, que me ha llegado el mensaje diciéndome que llega a las once, y creo que si se fue bien lejos, tanto que ahora entiendo por qué no encontraba el pasaporte.

Nos leemos en la próxima.

jueves, 15 de julio de 2010

Confesiones de Alguien como Yo: El miedo


Llega un nuevo mes, lo que para éste log significan unas nuevas confesiones de alguien como yo. De esas en las que saco mi frustración porque, además de no ser religioso, nos abrimos no sólo como blog sino como persona, porque todos le tenemos, al menos un poquito, miedo a algo.

Un día. Me quedé de pie en la acera, justo cuando el semáforo cambió a rojo ordenando a los autos detenerse, estaba en una avenida de esas “grandes” que existen en mi pequeña ciudad. Y entonces lo vi, ese fue el motivo por el cual me detuve en seco, de hecho.
Con sus cabellos falsos tenidos en verde, el rostro humano perdido entre una considerable capa de maquillaje, blanco-rosa-negro-azul, fingiendo una sonrisa mientras ofrecía un espectáculo rápido entre cambios de semáforo.
Mi estremecimiento duró los otros tres cambios a verde, los otros tres lados de la avenida. La gente pasaba a mis lados pensando cosas como: mueve inútil. O yo que sé.
Pero yo seguía mirando mi niñez, hacia Halloween, que en mi país se llama día de muertos, en los que todavía pasaban esas películas en la tele. Una creación de un escritor en un libro choncho de portada verde. Ahora esas cosas ya no las pasan en televisión abierta porque los niños, como yo, de verdad quedaban traumados por cosas como esa.
Y no es que me diera miedo su nariz, sus intentos de chiste o algo parecido.
Fue la sorpresa luego de un día lleno de presiones, quien sabe por qué pasaran esas cosas, pero a mí me pasó ese inicio de noche.
El payaso se detuvo luego de reunir unas monedas desde las ventanillas de los coches que aceptaban su espectáculo o que no quería tenerlo molestando por una moneda más de un segundo.
Se perdió entre los autos y yo aproveché para correr al otro lado de la calle.
Por eso estos “chistosos” humanos maquillados son el numero uno de mi lista de miedos. Aunque no todos son miedos verdaderamente fobias, sino temores, que sería un titulo más a doc.
1. Los payasos desde que vi esa película, que ustedes ya saben. No me daba miedo a esa edad, pero el resultado vino a mí unos años después. Ya pueden reírse de este inocente temeroso.
2. Las serpientes, pero aún mas los tiburones. Tuve una etapa en la que no quería meterme al baño por miedo a que uno de esos animales con colmillos múltiples saliera de los pequeños orificios de la regadera. Imposible pero eso es tener imaginación. Hace ya muchos años de eso.
3. Que se me apague la maquina en medio de una etapa de escritura importante e inspirada. Afortunadamente todavía no me ha pasado y espero que no lo haga.
4. Que mi banda favorita de todo el mundo se separe. Ese día el mundo acabará para mí a pesar de tener todos sus discos. Espero que no sea en el 2012. Y no por ser supersticioso.
5. Pasar una noche sin electricidad. O peor aun: un día entero. En cualquier lugar a donde vaya. Me pasó una vez y no logré terminar mi tarea con la poca batería que tenia el portátil, desde entonces procuro cargarlo, prefiero eso a hacer la tarea en 10 minutos antes de entrar a la escuela al otro día.
6. Que mi USB se llene de virus y no me permita abrir mis archivos, o como le pasa ahora, no quiera guardar nada.
7. Que se acaben todas las galletas del mundo. Ese sería un doble Apocalipsis para mí.
8. Que la historia esa de los bomberos quema libros se haga realidad en el futuro. Entonces necesitamos una biblioteca, de nuestro genero, subterránea.
9. Continuando con las distopías, que me seleccionen para unos juegos del hambre. Yo si que no saldría vivo ni como Muto.
10. Que el mundo pierda la gravedad. Los espacios tremendamente abiertos me aterran. Como mar abierto, el espacio…. Cosas como esas. Que miedo…

Y ésta ha sido mi corta lista de confesiones. La mas corta de ellas hasta el momento porque tampoco quiero que descubran mi punto débil y que uno de mis enemigos lea este blog. Por aquello de que con el internet todo es posible.

Un enorme saludo a tod@s,

Lean muchas cosas agradables, no se Spoileen mucho y no se coman la uñas esperando Sinsajo, si es que todavía les quedan.
Nos leemos pronto…

sábado, 12 de junio de 2010

Confesiones de alguien como yo: Siempre he querido…


Ante muchas de las cosas feas que me están pasando en estos días, que tengo un montón de deberes, se va la electricidad, me mojo hasta los calcetines, no puedo dormir bien. Parece que al fin me ha llegado un espacio pequeñito de tiempo para disfrutar. Un domingo libre luego de mi imparable rutina laboral de lunes a domingo, así de bueno he de ser en el trabajo que me quieren metido ahí a diario. Aunque creo que esta libertad de un día me va a durar exactamente eso, no puedo dejar de lado el sueño tan lindo que tuve la otra madrugada y del cual no quería despertar. A que no se los cuento porque se me sala y me quedarían menos posibilidades de convertirse en realidad.
Así que a falta de reseña, y lecturas terminadas, que es lo mismo. Les traigo las confesiones de este mes. Con ese título que tal vez todos le hemos dedicado un momento en nuestros pensamientos.
Así que sin historia ecológica esta vez me embarco en mi lista de las 15 cosas que siempre he querido…

1. Siempre he querido un mundo sin polvo para no tener que limpiarlo o sentir como te golpea en la cara cuando pasa un autobús frente a ti en un día de tráfico.
2. Poder quedarme toda una madrugada despierto hasta que llegue la otra noche y ni siquiera sentir sueño alguno. No soy de los que aguantan 24 horitas despierto sin caer en cualquier lugar con suelo.
3. Asistir a un concierto de mi banda favorita, que sería lo mismo que tener que ir de visita a Europa porque cuando termino de ahorrar y casi estoy con un pie en la terminal a mi madre se le ocurre retractarse con toda tranquilidad.
4. No llegar tarde a todas partes, considero seriamente la teoría de que alguien, tal vez un genio maligno que domina el tiempo, se encarga de hacer correr mi reloj al doble de velocidad cuando tengo todo para llegar temprano.
5. Ver un libro en internet, ir a la librería y que alguien me lo ofrezca si siquiera pedirlo, pagar, y salir de ahí para leérmelo tranquilamente. Cosa que no pasa casi nunca.
6. Que los espacios abiertos y enormes como el espacio y el mar no me hicieran sentir vértigo.
7. Contar un chiste que le leído en el periódico y todos se desternillen de la risa.
8. Poder leer un libro sin tener que para porque me arden sobremanera los ojos.
9. Hacer una entrevista a una persona sumamente interesante, de esas con las que puedes hablar durante mucho tiempo.
10. Darme una vueltita por Madrid, cargarme de lo que pueda y regresar con una sonrisota de esas que parecen congeladas por el hielo.
11. Tocar el piano como si no me costara trabajo, llevo diez años de mi vida viendo donde hago tiempo para asistir a clases y nada mas no logro encontrar el espacio en mi agenda.
12. Ver una zapatería toda llena de zapatos, tenis, agradables en colores que me gusten un montón, pantalones que siempre me queden bien y playeras que aun no se encuentren de moda. Aunque me gusta vestirme completamente desalineado por naturaleza.
13. No confundirme cuando intento ir traduciendo una canción mientras la escucho, pero es que algunos cantan tan extraño que se me complica.
14. Tener mis cosas ordenadas todo el tiempo. Si no es esto es lo otro pero algo tiene que estar tirado o desacomodado en mi habitación.
15. Conocer a un ser o persona de libros de ficción. Vampiros, hada, bruja, ángel, graceling, cazador, fantasma, Katniss, el hombre de las nieves, Jacob Black, mago o pitufo que decida hacerme una visita y dejarse entrevistar.

Eso por mencionar algunas, porque las otras no se me vienen a la cabeza en este momento.
¿Ustedes qué Siempre han querido?
Saben que son libres de compartir sus confesiones, aunque no precisamente crímenes o infidelidades, en sus entradas y comentarios.


Un gran saludo,
Tengo que darme prisa para terminar el libro de próxima reseña.
Buenas lecturas y sueños lindos a todos,
Nos leemos a la próxima…

miércoles, 12 de mayo de 2010

Confesiones de alguien como yo: los gustos


Ante mi serio olvido de esta entrada, como espero podamos hacer casa mes, me disculpo también por el retraso. Así que para entretenernos un rato, a nosotros mismos de hecho, en esta ocasión tocan los gustos, ya saben que el mes pasado fue el enojo. Así que comencemos.

En estos días de TANTO calor me encontraba rogándole al cielo, mas bien hablando seriamente con él para que se decidiera a soltar unas cuantas gotitas de agua luego del crepúsculo, que es cuando el sol se ha ido y la frescura tiene mas posibilidad de permanecer por mas tiempo.
—¿Por qué no ha llovido? —le pregunté intentando cubrirme los ojos del reflejo del sol.
Las nubes se movieron y lo única respuesta fue un viento que me golpeó llenándome de frescura pero al mismo tiempo diciéndome las cosas, con una voz profunda, fuerte, firme, pero inexistente.
—No hay agua para poder llover, no hay viento mas fresco que este que te doy, no hay sol mas grande que este y gente mas necia que la de este mundo, esa que tira basura, la quema y que se ha preocupado mas en descubrir la partícula que lo originó todo en vez de inventar un auto totalmente ecológico que nos haga permanecer. No hay mar limpió ni nubes que no quieran llorar, no hay noche perfecta antes de perdonar. Yo no puedo hacerlo, ni siquiera tu. Necesitas ser paciente, es todo lo que puedo dar.
La ráfaga de viento terminó de golpearme y yo decidí sentarme a contemplarlo, fue entonces cuando a lo lejos observé la grandeza de las nubes, lo enormes que resultaban incluso de lejos. Me imaginé volando entre ellas como cuando niños, oliendo para siempre el aroma de la tierra fresca antes de comenzar a llover, frio para siempre, mirándolo todo, llorando ante todo, siendo una nube.

Luego de esta, explicación, verde, les doy la bienvenida a la lista de los gustos:
1. Me gusta el frio, que me haga quedarme en cama leyendo algo bueno sin sentir ganas de lanzar nada contra la pared.
2. Descubrir el parecido que tiene el cielo, cuando hay nubes, con una pantalla de cine. Imaginar que en cualquier momento un angel guerrero aparecerá surcando el cielo rápidamente y agitando la mano saludándome.
3. La música de esa banda que taaanto adoro y tal vez algún día les confiese el nombre.
4. No tener que trabajar diario, a veces incluyendo los domingos.
5. El color naranja mezclado con el gis. WoOo
6. Las tareas fáciles, esas que te hacen sonreír por ser cortas.
7. Ganarme algo, aunque sólo me he ganado dos boletos para el cine en una estación de radio, eso en toda mi vida.
8. No tener que pasar mucho tiempo buscando ropa que me guste de verdad.
9. Escribir obsesivamente cada vez que tengo tiempo.
10. Tener amigos que no finjan enojarse sólo porque ya no quieren estar contigo. Guac…
11. Me gustará esa persona que no conozco pero espero algún día conocer, a menos que sea tan cursi como la tostada, también a menos que ya haya muerto. Ah, que dramatismo.
12. Ir al cine y meter comida de contrabando, eso sube la adrenalina. Jeje. Al menos ahora que no tengo tiempo de ir. :(
13. Acordarme de cosas graciosas en cualquier momento y que me hagan reir solo, aunque ya haya pasado mucho tiempo, esa es una señal de buena memoria.
14. Viajar de noche, siempre y cuando no sufra accidentes.
15. El café frapé y la tienda de doña Tota, aunque digan que engorda.
16. Ir a la librería y encontrar justo lo que buscabas sin tener que preguntarle a los ogros que la atienden, Oh si.
17. Cocinar, aunque no he tenido mucho tiempo para aprender.

Esta ha sido mi lista y, como ya saben, espero que nos compartan la suya sin importar lo que sea, eso creo. Me ha salido toda fantástica y loca pero ¿Qué sería yo sin la locura que me caracteriza? ¿Qué seriamos todos sin ella?
Nunca se olviden de lo que son, de lo que les gusta ser.

Los saludo enormemente,
Les deseo lecturas agradables acompañadas de música de sus gustos y una lluvia cómoda.
Nos leemos a la próxima…

viernes, 9 de abril de 2010

Mi carta al Spam

Querido Spam.

Esta carta es solo para aclararte unas cuantas cositas que pareces no haber entendido del todo bien aun.
Resulta que hoy me he metido a la bandeja de mi correo y he encontrado siete mensajes tuyos en mi bandeja de correos no deseados, sin mencionar que ayer fueron cuatro.
Y como a mí me gusta tanto enlistar las cosas, te ofrezco las aclaraciones de esta siguiente forma:

1. De verdad te agradezco que me ilusiones al ponerme como ganador de cinco millones en Canadá, pero solo quiero hacerte una pregunta ¿Cuándo compré el boleto o donde me anoté para la rifa?
2. Amablemente comunícale a la señorita Christine Traore que por el momento no puedo recibir a nadie en mi casa, mi habitación se encuentra testada de cosas sin acomodar y a mi perro no le agradan mucho las personas que nos visitan, saludos hasta Sudáfrica, claro.
3. Hazle saber al señor Beuker Hendrik que mi abuelita me dijo que por su paso por Londres, que nuca realizó, no le permitieron abrir una cuenta de banco y mucho menos guardar tanto dinero, por eso del cambio de divisas, supongo.
4. A mí querida compañía Motorola le agradezco que me tomen en cuenta en un concurso como ese, pero me parece que han entendido mal porque mi teléfono celular en vez de decir Motorola dice otra marca muy diferente. Gracias de todas formas, espero que cuando compre uno de esos teléfonos caros de ahora si puedan invitarme de nuevo.
5. al cliente ese del banco nacional de de las islas caimán o donde sea que se encuentre, porque lo he olvidado, que mi cuenta de ahorros en mi banco no tiene la capacidad de recibir tal transacción. 500, 000 dólares es demasiado y luego de consultarlo con mi asesor me ha recomendado abrir una nueva cuenta con más capacidad. Pero es que resulta que soy menor de edad por unos meses todavía.

Agradezco a todos los anteriores ofrecimientos sin olvidarme claro del de matrimonio con Abdul Saih, el día de cortesía en el spa de Ámsterdam y los intereses que me pagarían por las transacciones.
Les mando un cordial saludo a todos ellos que espero se los hagas llegar con una amplia sonrisa.
Tal como fue tu trabajo hacerme llegar sus mensajes espero que ellos también reciban el mío con esa hoja llena de caritas felices que aun dejan de lado lo inexplicable que es ver llena mi bandeja de todos estos.

Atte. yo

y si ustedes tambien quieren dedicarle algo al Spam pueden hacerlo, para que luego me inviten a leerlo en sus blogs.

saludos cordiales,

nos leemos pronto...

jueves, 1 de abril de 2010

Confesiones de alguien como yo: el enojo


Recién estaba yo pensando que es lo que ocurre cuando uno se desata, cuando te dejas llevar por tus instintos más salvajes.
Pero en vez de hacer un estudio carente de ello me lo fui preguntando y respondiendo a y por mi mismo.
Como el día en que iba caminando en la calle, camino a la librería, para ver o comprar algo, si es que al fin han traído lo que llevaba esperando tanto tiempo. Y no, no había nada.
No entiendo por que los sábados son los días en que las personas deciden salir a dar un paseo por las calles mas transitadas de la cuidad, como tampoco entiendo el hecho de que las librería se encuentren en lugares tan llenos.
Al menos porque en mi pueblo no hay demasiadas de donde escoger, creo que mi país se ha acostumbrado a que las personas no leer y por esa razón generalizan en que para que quieren una buena librería si cuando la gente se decide a entrar se queda viendo los libros con títulos como: 100 formas de adelgazar, se feliz contigo mismo, o, ¿Por qué no tengo novio?
A mi francamente esas personas me parecen demasiado vacías, de hecho no conozco a alguien que haya terminado uno de esos libros.
A mi regreso, al lugar donde uno toma el transporte publico a su casa, me he tardado una verdadera eternidad. Las personas, sobre todo esa señora de pláticas ruidosas al frente y corpulenta, me cubría todo el paso, no podía decirle: disculpe, me deja pasar. Porque cuando se lo dije por primera vez ni siquiera volteó.
Tomara el camino que tomara me encontraba con mas gente, lamento hasta e punto que tuve que llegar.
Yo odio pasar por la plaza central, que en mi país les llaman zócalos, así que a pesar de gente lenta que no te deja pasar por calles comunes, me acerqué lo mas posible, mi enojo iba a aumentando conforme las personas caminaban lento pensando que uno tiene todo el tiempo del mundo para sentarse a esperar a que decidan interrumpir su interesante platica sobre que maría le dijo a enrique que y no lo quería… y hacerse a un lado.
¿Qué no saben la regla de que siempre debes caminar de freten por el lado derecho?
Pues parece que no, porque cuando logras salir, te topas con otro desafortunado con rostro de desesperación con el que te pones a bailar antes de decidir por que camino vas a pasar tu y por cual él.
La luz natural se escurría detrás de las montañas y llegó el momento en el cual no pude más.
La pareja de turistas extranjeros, que tanto habían durado delante de mí, recibieron mi odio.
―!muévanse! ―les grité con fuerza.
Lo único que hicieron ellos y toda la demás gente que me rodeaba fue detenerse y abrirme paso, claro que ellos no hablaban el mismo idioma pero al dejarme pasar supuse que lo habían entendido.
Esa fue la primera vez que le grité a alguien en la calle a pesar de ni siquiera conocerlos.
Lo que nos lleva a la siguiente lista:
1. Me enoja mucho que las personas caminen lento delante de ti cuando tú tienes tanta prisa.
2. Que me despierten con gritos en la mañana, como si a ellos les gustara también.
3. Que se rían de chistes ilógicos que vienen de personas que siempre están a la defensiva con un pésimo orgullo traumado que piensa todo el tiempo que tu los estas agrediendo.
4. Que un libro me haga arrepentirme por no haber comprado otro.
5. El calor.
6. Los libros de autoayuda.
7. Que te cancelen la reservación del cine por llegar tarde dos minutos después de la media hora permitida.
8. Que me engañen en la librería, como si no supiera que me están diciendo mentiras.
9. Las personas te atienden y no sonríen cuando vas al banco.
10. Hacer filas que no parecen avanzar.
11. Un teclado de computadora con las teclas duras.
12. Que me pidan cosas prestadas, como dinero por ejemplo.
13. Que no me dejen ir a los conciertos cuando ya me lo han prometido y tú te la has pasado ahorrando para ir a otro lugar lejano.
14. Los deberes escolares que son de verdad imposibles de terminar.
15. Las matemáticas.
16. El trafico.
17. Las manifestaciones.
18. No encontrar mi cámara, que no sé si ha sido robada, secuestrada o abducida.
19. Las personas que piden dinero en la calle y que no les gusta trabajar.
20. Que te digan que leer es para locos y te pregunten enojados quien inventó los libros, al menos las novelas buenas.

Eso es solo una pequeña lista.
Todos tenemos algo que nos hace enojar, así que espero que en el comentario que dejen, se liberen y nos cuenten al menos una de ellas, recuerden que esto es anónimo.
Me acabo de dar cuenta que puedo sonar un intolerante. Pero vean muy bien que no he escrito nada de odiar a las personas. Claro que depende de quien y como sea.
Espero que al menos se hayan reído de mis locuras.
Espero verlos pronto de nuevo por aquí.
Les saludo cordialmente,
Nos vemos luego…

Esperen las próximas confesiones con fecha indeterminada que solo voy a anunciar en Twitter.

martes, 2 de marzo de 2010

Confesiones de alguien como yo: la desesperación

Claro que con un titulo como este el blog debería llamarse igual, pero quiero compartirles un poco de esto a causa de que no he terminado de leer nada bueno para subirles una reseña, dios que faltante soy.
Resulta que no me voy a destapar completamente en notas como estas sino les voy a narrar cosas interesantes. Cosas para que conozcan mejor el lado “humano” de la persona detrás de este blog. No creo que sea solo para que al final termine cayéndoles bien, sino algo que se relaciona completamente con los libros.

1. Soy de esos que da a luz sus ideas en los momento es que me siento molesto, es por eso que en mi antiguo blog, FOREVERME24, y que solo yo visitaba, por cierto, no escribía nada relacionado con esto. Sino mi lado periodístico juvenil, si claro.
2. En todo momento me dicen que soy de los que escuchan la música más extraña, y de alguna forma me gusta eso, levante la mano aquel que le guste la música con letras tristes y pistas perfectas que te hacen llorar como si recordaras desamores que en realidad no has tenido. YO.
3. Odio que me engañen en la librería, pero por más que me lo hacen no me atrevo a comprar en otro lugar, porque en realidad no hay muchos lugares en mi ciudad, estoy 80% convencido que las compras por internet y CI pueden ser buenas opciones para mí.
4. La cosa que pienso antes de entrar en un concurso, cosa que no hago a menos que no me de cuenta, es recordar todas aquellas veces que he ganado algo. NINGUNA. Tengo mala suerte, si, pero no al nivel Bella un amor peligroso, que mas quisiera que alguien te quisiera por ser torpe.
5. Tengo una carpeta en este equipo lleno de libros en PDF y DOC. Que no me atrevo a leer, el que les muestro en el lado derecho que dice: LEYENDO EN DIGITAL, es el segundo que me atrevo a leer. El primero fuer en un día, con Vampire Kisses.
6. Soy de los que leen cada entrada de los blogs que sigo y siempre ando buscando seguir mas para que ellos me sigan, pero o decepción, nuestra lista no es muy grande, pero ellos son buenísimos. Los leo a todos chicos.
7. Al principio pensaba que un IMM tenía que ser forzosamente un envió de libros desde Amazon. Qué locura, claro que no. gracias por aclarármelo a esa persona que no recuerdo.
8. Escribo en mis tiempos libres, o dios. Tengo una novela, sin publicar, que es demasiado cursi. De la cual pueden ver su portada del lado derecho en la presentación de algunos, es el primero, porque en este momento abro el libro muy de vez en cuando para marcar mis errores con marcador fluorescente. No tengo interés en publicar esa, ya no.
9. Mi teléfono celular está a punto de morir, pero no lo quiero dejar por el valor sentimental.
10. Lloré mucho cuando murió mi perico. No me lo recuerden.
11. Creo que la próxima reseña va a ser La Huésped de Stephenie Meyer, se me acaba de ocurrir.
12. Quiero decir más pero me voy a reservar para la próxima entrega de mis confesiones, intentaré que tengan más que ver con libros de verdad. Lo prometo
13. Una mas no hace daño. Ya le había dicho que no me gusta La casa de la noche, solo leí el primero, Marcada, y me ha parecido extrañamente plástico. Pero eso ya lo sabían.
14. Siempre he querido leer un libro se Stephen King, y jamás he llegado más allá de las ochenta paginas.
Aquí termina esta entrega, si les ha gustado pidan la siguiente, pero no copien la idea sin pedir permiso, y si me he copiado de alguien cuyo blog no conozco o conozca pero no sabía que lo hago, me disculpo pero ahora vuelvo a mi estudio.
Tal vez esta divagación mental es debido a eso, no creo recordar lo que he estudiado hace dos minutos.
Un enorme saludo, hasta a próxima.